El Mundial de Fútbol 2030 podría crecer a un monstruoso formato de 64 selecciones, según anunció Alejandro Domínguez, presidente de la Conmebol, desde Nueva York. La propuesta fue lanzada antes de una cumbre clave en Estados Unidos con la presencia de Gianni Infantino, jefe de la FIFA, y presidentes de Argentina, Paraguay y Uruguay.
Actualmente, la Copa Mundo de 2026 que se juega en EE. UU., Canadá y México tendrá 48 equipos en 12 grupos. Este nuevo plan ampliaría la próxima cita mundialista a 16 grupos de cuatro selecciones, manteniendo la ronda eliminatoria con 32 equipos tras la fase de grupos.
Más allá del número, hay novedades en la organización: Argentina, Uruguay y Paraguay no solo tendrían partidos inaugurales, sino que también podrían ser sede completa de cada uno de sus grupos. Esto implicaría que lugares como el estadio de River Plate reciban todo un mini-bombo de partidos. Uruguay y Paraguay, que está construyendo estadio nuevo, completarían las zonas sudamericanas, mientras que los otros nueve grupos se jugarían entre España, Portugal y Marruecos, las sedes principales del Mundial 2030.
Domínguez no ocultó la magnitud del cambio:
“Estamos frente a una decisión que puede cambiar la historia del fútbol”
La iniciativa debe pasar por el FIFA Council la próxima semana, donde Claudio Tapia, presidente de la Asociación del Fútbol Argentino, también tiene voz. Podría aprobarse antes de la reunión oficial de FIFA en 2026 en Vancouver, adelantando así una reestructuración sin precedentes en la historia del torneo.
El posible incremento a 64 participantes trae un fuerte debate logístico y deportivo. Más selecciones significan más partidos, ampliación de calendarios y un despliegue global mucho más complejo. A la vez, la medida pretende darle mayor visibilidad a países sudamericanos, dejando atrás concentraciones exclusivas en Europa y África.
Para Colombia, aunque no está mencionada como sede, este ajuste en el mundial impacta en la región y la manera como se organizarán las eliminatorias y la cobertura del evento.
El Mundial 2030 ya asoma con cambios profundos y un alcance que va más allá del tradicional formato heredado de décadas pasadas.
