Nicole, una estudiante de 12 años de la escuela secundaria Alfonso Caso, en la alcaldía Tláhuac, Ciudad de México, fue apuñalada dentro del plantel educativo tras denunciar acoso escolar. El ataque ocurrió el lunes 13 de octubre cuando una compañera usó un bisturí para herirla, dejando a la menor con lesiones graves y sangrado interno.
La niña ya había reportado el bullying a maestros y directivos días antes, sin que la institución tomara medidas para protegerla. La agresión presuntamente fue cometida por varias compañeras y familiares de una de ellas, quienes también le robaron su teléfono, dinero y carnet estudiantil.
Según la madre de Nicole, las burlas estaban ligadas a su forma de vestir y al uso de tenis “piratas” comprados en Tepito, mercado tradicional de Ciudad de México. “Mi hija pidió ayuda y nadie la escuchó”, declaró la mujer en entrevista con medios locales.
Tras la agresión, Nicole fue trasladada al Hospital General de Tláhuac por un policía que la auxiliaba, ya que ninguno de los profesores intervino el día del ataque. La familia presentó denuncia ante la Fiscalía General de Justicia de CDMX contra el colegio y el personal docente por omisión frente a las alertas previas.
Además, denunciaron que la escuela se negó a entregar los videos de seguridad que captaron el ataque. Por su parte, la Autoridad Educativa Federal informó que activó protocolos de atención y mediación via Secretaría de Educación Pública, y que la menor recibe apoyo psicológico y jurídico.
Personal de la Unidad de Atención a la Mujer, Acoso y Situaciones de Integridad, compuesta por abogadas y psicólogas, está presente en el plantel para atender la situación mientras Nicole sigue recuperándose.
Este caso ha reavivado el debate en México sobre la respuesta institucional frente al acoso escolar y la urgencia de fortalecer mecanismos de prevención en las escuelas. La familia exige justicia y sanciones para las responsables.
“Nuestros hijos van a aprender, no a ser golpeados”, dijo la madre entre lágrimas.
El incidente en Tláhuac aumenta la preocupación por la seguridad y el respeto en las escuelas públicas en México, un llamado al que también deben atender las autoridades educativas y judiciales para evitar que tragedias como esta se repitan.


































