Un nuevo derrumbe registrado en el kilómetro 18+600 en la vía que conecta Bogotá con Villavicencio empeora la ya delicada situación de movilidad en la región del Llano.
Las autoridades mantienen el paso restringido bajo el esquema pico y placa 4×2, con cuatro horas abiertas en sentido Villavicencio-Bogotá y dos en la dirección contraria. Esta modalidad busca facilitar la circulación, pero no reduce las congestiones que generan filas de hasta 12 horas, según reportes locales.
La ministra de Transporte, María Fernanda Rojas, estuvo en la zona afectada y confirmó que el derrumbe es más grave que el ocurrido en el kilómetro 58, que llevó al cierre total de la vía. “Estamos evaluando alternativas y tomando decisiones diarias para mantener este corredor esencial para el país”, dijo.
Se han removido 10.000 metros cúbicos de tierra, pero las caídas de material persisten, lo que sugiere daños mayores y mantiene en riesgo la estabilidad del terreno. La ministra reconoció que no existen recursos suficientes para soluciones estructurales inmediatas y que será necesario un trabajo conjunto entre el gobierno nacional, las gobernaciones, alcaldías y entidades financieras para lograr una intervención integral.
Por su parte, el gobernador de Cundinamarca, Jorge Emilio Rey, denunció que a 15 días del incidente no se han solucionado los problemas de escorrentía de agua en la parte alta de la montaña, agravando los desprendimientos de tierra. Criticó la falta de mantenimiento y vigilancia técnica por parte del concesionario Coviandina, que no ha realizado monitoreos ni pruebas para definir medidas de estabilización claras.
El daño llega hasta el cauce del río Une, 400 metros más abajo, y a la fecha no hay cronogramas para la canalización ni para el traslado del material desprendido. Rey advirtió que depender de la vía alterna improvisada no es viable a mediano plazo y que la competitividad de la región está en juego.
Además, el gobernador reportó cierre de comercios en municipios como Chipaque, Cáqueza, Guayabetal, Quetame y Une debido a la baja movilidad y la crisis genera impacto económico directo sobre las comunidades. Por eso pidió al Gobierno Nacional asumir el control y la coordinación de esta emergencia que supera las capacidades territoriales.
“Esto no da más espera: es necesario que el Gobierno Nacional asuma el control y coordinación de esta emergencia que sobrepasa cualquier capacidad de las entidades territoriales”, aseguró Jorge Emilio Rey.
Mientras se definen responsabilidades y proyectos, las autoridades locales están apoyando a damnificados con subsidios de arriendo y ayudas humanitarias y brindan transporte para facilitar la movilización de campesinos y sus cosechas.
La emergencia en la vía al Llano sigue afectando la conexión entre Bogotá y los Llanos Orientales, con consecuencias directas en la economía, la seguridad vial y la vida diaria de miles de personas. Las soluciones requerirán recursos técnicos, financieros y operativos que aún están por concretarse.
