Se intensifican los enfrentamientos entre el ELN y las disidencias de las Farc en el asentamiento María Paula, en el corregimiento de Campo Dos, zona rural del municipio de Tibú, Norte de Santander.
Varias familias campesinas han empezado a abandonar sus hogares por miedo a quedar atrapadas en medio del fuego cruzado. El 16 de octubre se cumplirán nueve meses de la crisis humanitaria en Catatumbo, donde las cifras oficiales registran 163 muertos, 82.180 desplazados y 1.740 personas confinadas.
Lorena Carrascal, habitante de Tibú, denunció la situación y pidió a los grupos armados que permitan la salida segura de las familias vulnerables.
“Tenemos a nuestros abuelos, personas ancianas y enfermas confinadas. Hacemos un llamado para que habiliten corredores humanitarios”
Por su parte, el secretario de Seguridad de Norte de Santander, coronel (r) George Quintero, confirmó que las autoridades han solicitado en varias ocasiones el establecimiento de corredores humanitarios para proteger a la población civil cuando ocurren los combates.
Quintero agregó que las víctimas mortales podrían ser mayores a las cifras oficiales, ya que varias familias han enterrado a sus muertos cerca de sus viviendas, sin reportarlos.
Entre los fallecidos hay líderes sociales, firmantes del acuerdo de paz, policías, soldados, menores de edad e integrantes de las mismas estructuras ilegales.
Los municipios más afectados por la violencia son Tibú, Teorama, El Tarra, Hacarí, San Calixto, Convención y Teorama.
La crisis humanitaria en Catatumbo persiste, con miles de personas desplazadas y comunidades atrapadas en un conflicto armado que no da tregua.
