El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó hoy la renovación por un año más de la Misión de Verificación en Colombia, que monitorea el cumplimiento del Acuerdo de Paz de 2016. La resolución contó con 13 votos a favor, cero en contra y dos abstenciones, entre ellas la de Estados Unidos, que cuestionó el actual alcance de la misión.
Durante la sesión, el representante estadounidense Michael Waltz explicó que su gobierno decidió abstenerse porque considera que la misión “ha excedido su alcance original”. Waltz reiteró el compromiso de EE. UU. con la paz y la justicia en Colombia, pero señaló que bajo la administración Trump, no respaldan una resolución que ellos ven como una “politización” del proceso de verificación.
“No estamos en condiciones de refrendar esta resolución. Bajo liderazgo del presidente Trump, los Estados Unidos ya no desean ceder en nuestra posición en materia de paz y seguridad en nombre de un proceso de paz deficiente”, dijo Waltz.
A pesar de la abstención estadounidense, la misión permanecerá en Colombia cumpliendo ocho años consecutivos en terreno. Sin embargo, esta renovación excluye facultades para verificar el cumplimiento de sentencias de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) y el componente étnico del Acuerdo, solicitudes que habían surgido dentro de algunos sectores colombianos.
El nuevo periodo llega con la próxima llegada del diplomático Miroslav Jenča, quien asumirá el liderazgo de la misión en menos de un mes. La presencia de la ONU es clave para supervisar avances en reincorporación de excombatientes, la Reforma Rural Integral y las políticas de la llamada Paz Total impulsadas por el gobierno de Gustavo Petro.
El riesgo de no aprobar esta renovación habría sido crítico para Colombia, ya que sin la misión se habría detenido el monitoreo internacional sobre la reincorporación y la implementación del Acuerdo, generando además un golpe a la confianza internacional y poniendo en duda la continuidad de fondos.
Desde 2016, más de 251 millones de dólares han ingresado mediante el Fondo Multidonante para la Paz, proveniente de países como Noruega, Reino Unido, Alemania, Suecia, Canadá, Suiza e Irlanda, para financiar más de 300 proyectos en casi 720 municipios que benefician a 2,6 millones de colombianos. Los recursos se enfocan en desarrollo rural, reparación de víctimas, reintegración y consolidación de la paz en regiones afectadas por la violencia.
La abstención de EE. UU. evidencia las tensiones crecientes entre Washington y Bogotá en medio de la búsqueda del gobierno colombiano por ampliar acuerdos con nuevos grupos armados. Sin embargo, la comunidad internacional mantiene la vigilancia sobre el proceso de paz.


































