El presidente Gustavo Petro usó su intervención en la Asamblea General de la ONU para defender su política antidrogas y criticar duramente a Estados Unidos y a su entonces presidente Donald Trump tras la reciente descertificación de Colombia en la lucha contra las drogas.
Hace menos de dos semanas, Washington sacó a Colombia de la lista de países certificados por su esfuerzo contra el narcotráfico, igualándola con naciones como Afganistán, Bolivia, Birmania y Venezuela, con el argumento de que en los últimos 12 meses el país no ha hecho lo suficiente para frenar la producción de cocaína.
Desde el atril, Petro respondió que su Gobierno ha erradicado “más de 5.000 hectáreas” a pesar de que en el informe de la ONU las áreas sembradas de coca crecieron a 253.000 hectáreas en 2023, casi un 10% más.
“No sé si Trump está asesorado por políticos colombianos aliados de la mafia y el narcotráfico… por eso me descertifican y calumnian a Colombia”, apuntó el mandatario, recordando que denunció estas acciones siendo senador y que incluso le han intentado matar por ello.
Petro aseguró que durante su Gobierno se ha incautado la mayor cantidad de cocaína en la historia del país y destacó que logró frenar el crecimiento anual de cultivos de coca del 43% al 3%. También cuestionó por qué no se descertificó a Iván Duque, “que tenía un financiador narco”, mientras que a él sí, “porque dice cosas y verdades”.
Su administración se ha enfocado en la erradicación y sustitución de cultivos ilícitos, con más de 25.000 hectáreas erradicadas, y ha contado con apoyo de países como Qatar, China, México, Venezuela y Brasil para consolidar estas estrategias.
Petro también arremetió contra las operaciones de EE.UU. en el Caribe, calificando los bombardeos a embarcaciones desarmadas como una política agresiva e ineficaz y apuntó que los grandes narcotraficantes “no están en América Latina”.
En un momento tenso, denunció que la comunidad internacional, incluida la ONU, actúa como cómplice del “genocidio” en Gaza, y criticó que países poderosos deciden sin contar a los demás miembros.
Finalmente, cerró su discurso con un llamado a defender a los migrantes, asegurando que no son delincuentes sino personas que buscan un futuro mejor y huyen de la pobreza.
Este fue su último discurso como presidente en la ONU y dejó claro que la pelea por la imagen internacional de Colombia y su política antidrogas continuará desde territorio nacional.
