El presidente Gustavo Petro sostuvo una reunión “franca y constructiva” con el encargado de negocios de Estados Unidos, John McNamara, y el embajador en Washington, Daniel García-Peña, en medio de la tensa crisis diplomática entre Bogotá y Washington.
El encuentro, realizado el lunes en la noche, sirvió para ratificar el compromiso de ambos gobiernos en mejorar las estrategias de lucha antidrogas. Según un comunicado de la Cancillería, ambas partes reconocieron que fue el primer paso para superar el actual impase bilateral y acordaron continuar con nuevas reuniones con el propósito de llegar a una solución pronta.
Petro reafirmó la voluntad de su Gobierno de ampliar el programa de sustitución de cultivos ilícitos y pidió que EE.UU. considere las cifras reales de producción de hoja de coca en Colombia, tras errores reconocidos en los estudios contratados por el Estado y validados por Naciones Unidas.
El mandatario explicó que el método de medición usado sumó la producción de hoja de coca en todos los segmentos y generó una falsa percepción de crecimiento en los cultivos ilícitos y la producción de cocaína. En contraste, presentó datos oficiales de incautaciones que muestran incrementos significativos: 32% en 2021, caída de 1% en 2022, y subidas de 13% y 19% en 2023 y 2024, respectivamente.
Sobre la amenaza de nuevos aranceles contra Colombia, McNamara aclaró que esa decisión es exclusivamente del presidente Donald Trump. Kevin Hassett, asesor económico de Trump, dijo que por ahora no hay anuncios previstos, pese a que el mandatario manifestó públicamente su intención de imponer represalias comerciales tras acusar a Petro de ser “un líder del narcotráfico”.
La crisis se desencadenó luego de que Trump suspendiera la ayuda financiera a Colombia y ordenara un despliegue militar en el Caribe, acusando a Bogotá de falta de compromiso en la lucha antidrogas. Petro reaccionó calificando de “grosero e ignorante” al presidente estadounidense y negando todas las acusaciones.
El senador republicano Lindsey Graham había anunciado preparación de sanciones comerciales, y Trump confirmó su intención de aumentar los gravámenes, que actualmente alcanzan una base del 10% sobre productos colombianos.
Expertos y gremios colombianos han alertado que esos nuevos aranceles podrían poner en riesgo hasta 5 millones de empleos directos, principalmente en el sector agrícola.
La reunión de anoche, según la Cancillería, abre un canal para retomar el diálogo y evitar una escalada mayor en la crisis diplomática, pero todavía no se vislumbran soluciones concretas a corto plazo.
