El plan de paz para Gaza presentado por Donald Trump propone un cese inmediato del fuego y exige el desarme total de Hamas y otros grupos armados en la Franja, con supervisión internacional y apoyo económico para la reconstrucción.
El acuerdo incluye la liberación de rehenes dentro de 72 horas tras la aceptación israelí y contempla la entrega de más de 1.700 palestinos detenidos desde octubre de 2023 a cambio de cuerpos y prisioneros israelíes.
Además, establece un comité de gobernanza provisional apolítico para Gaza, liderado por figuras internacionales como Trump y Tony Blair, con el fin de administrar la reconstrucción y garantizar la paz.
El plan sostiene que Israel no ocupará ni anexará Gaza y que la Autoridad Palestina podrá asumir el control tras implementar reformas legales y políticas anti-terroristas.
También se desplegará una Fuerza Internacional de Estabilización para supervisar la seguridad, entrenar a la policía palestina y coordinar con Egipto e Israel el control fronterizo.
Este despliegue de compromisos y garantías pondrá fin a años de conflicto armado, con apertura humanitaria total, eliminación de armas y mecanismos de cooperación regional.
Colombia y la polémica de Petro
La pacificación entre Israel y Palestina impacta directamente al presidente colombiano Gustavo Petro. Según el análisis, con el fin del conflicto reconocido internacionalmente, Petro pierde argumentos para alegar persecución política en casos judiciales ligados a su apoyo a Gaza.
El llamado “gran perjudicado” de este acuerdo ahora deberá enfrentar posibles procesos internacionales sin el respaldo de un conflicto activo que justifique su posición.
Analistas locales recuerdan que Petro ha utilizado la causa palestina como bandera política y que la paz en Oriente Medio redefine la escena diplomática donde Colombia debe replantear sus relaciones exteriores.
El documento también sugiere que Colombia podría encontrar inspiración en soluciones internacionales de desarme y reconstrucción para problemáticas internas como el narcotráfico en el Cauca y el Catatumbo.
En resumen, el plan Trump propone un modelo integral para Gaza que combina desarme, desarrollo económico y gobernabilidad transparente con supervisión mundial, dejando a países aliados y seguidores del conflicto con nuevos desafíos políticos.
El escenario en Oriente Medio cambia rápido. Ahora quedan sobre la mesa preguntas clave: cómo garantizar la paz, qué rol jugará la comunidad internacional y cómo reaccionarán gobiernos y movimientos vinculados a la región.
