David Riaño, presidente de Ocensa, presentó su renuncia a Ricardo Roa, presidente de Ecopetrol, tras apenas dos meses en el cargo. La salida estaría relacionada con su rechazo a un contrato millonario para la compra de equipos tecnológicos usados valorado en cerca de $400.000 millones.
Riaño se opuso de forma tajante a la inversión en equipos que no están en condiciones óptimas y que requerirían repotenciación para operar en la filial transportadora de hidrocarburos. La controversia ocurre en paralelo a otros problemas en filiales de Ecopetrol, como los conflictos de Reficar con la Dian.
El contrato de telecomunicaciones ha sido puesto bajo la lupa de la Procuraduría General de la Nación, que solicitó suspender el proceso y revisar inconsistencias en la documentación. En una carta oficial, la Procuraduría advirtió sobre presuntas irregularidades en las fases de invitación y pidió a Ocensa responder con información detallada en un plazo de tres días.
“En ejercicio de la función preventiva y protección de los intereses del Estado, se requiere información sobre el proceso de contratación ante las inquietudes y observaciones formuladas por oferentes” explicó la Procuraduría.
Hasta ahora, se desconoce si la renuncia de Riaño será definitiva o si negocian para detener el contrato y evitar la salida del presidente. La situación se mantiene tensa mientras la filial de Ecopetrol enfrenta control riguroso de las autoridades por irregularidades en contrataciones.
Esta situación complicada refleja el estado de alerta y turbulencias recientes en la estatal petrolera y sus filiales en Colombia, que están bajo escrutinio por procesos poco claros y millonarias inversiones debatidas al interior de cada área.


































