La apertura de una tienda física de Shein en París desató este martes protestas masivas luego de que se descubrieran muñecas sexuales infantiles en la plataforma online de la marca.
La polémica llegó a los titulares cuando activistas y grupos civicos denunciaron la venta de estos productos ilegales y ofensivos, lo que provocó una respuesta rápida de las autoridades francesas. El gobierno anunció que investigará a fondo la cadena y su sitio web para determinar responsabilidades y evitar que vuelvan a aparecer este tipo de contenidos.
En medio de la protesta, cientos de personas se congregaron frente a la nueva tienda de Shein, expresando rechazo tanto al producto como a la marca por permitir su publicación. Jóvenes, ONG y padres exigieron sanciones inmediatas.
Shein, conocida por su modelo de moda rápida y precios bajos, enfrenta así una crisis de reputación en Europa, justo al expandirse con tiendas físicas. Las autoridades buscan aplicar todo el peso de la ley para que no se repitan estos hechos y corroborar si existen otras irregularidades comercializadas.
Las investigaciones se concentran en la responsabilidad de la empresa para controlar los productos que aparecen en su plataforma y en la posible implicación de terceros que podrían usarla para difundir artículos ilegales.
Este caso pone en alerta el debate global sobre la supervisión de comercio electrónico y los límites entre oferta, demanda y control de contenido en internet.


































