Rafael Carrero Valentier, empresario venezolano y copropietario de los Miami Marlins, está en el ojo del huracán tras denuncias sobre su participación en corrupción durante la alcaldía de Daniel Quintero en Medellín.
La presión vino de distintas fuentes nacionales, incluida una petición formal del exalcalde de Medellín Federico Gutiérrez al subsecretario de Estado de EE.UU., Christopher Landau, para que se investiguen los recursos y vínculos financieros de Quintero en ese país. Según dicen, Carrero habría facilitado presuntamente blanqueo de dinero proveniente de comisiones no declaradas vinculadas a la administración de Quintero.
El nombre de Carrero está ligado a controversias en la Secretaría de Educación de Medellín. Se le acusa de haber comprado influencia para controlar esa dependencia gracias a su amistad con el ex funcionario Albert Corredor. Además, la exsecretaria Alexandra Agudelo, ligada a Carrero políticamente, enfrenta procesos penales por irregularidades en el programa Buen Comienzo.
Rafael Carrero es hijo del reconocido empresario venezolano Tobiás Enrique Carrero Nacar, opositor al régimen de Maduro y vinculado a la mayor aseguradora privada de Venezuela, Multinacional de Seguros. La familia Carrero es también propietaria del equipo Bravos de Margarita y accionista del Miami Marlins desde 2017, la primera participación venezolana en la MLB.
Además de su influencia en el sector deportivo, la familia maneja medios en Venezuela, como el canal Cable Noticias, donde Rafael es miembro de la junta directiva.
Las advertencias a EE.UU. se dan en medio de varios procesos abiertos en Colombia contra Quintero, quien enfrenta acusaciones por corrupción y abuso de poder, además de la posible cancelación de su visa estadounidense.
Esta situación podría complicar la permanencia y la vida cómoda de Carrero en Miami, ligada a negocios multimillonarios y a una red de poder entre Colombia, Venezuela y Estados Unidos.
