El Real Madrid derrotó 2-1 al Barcelona en un clásico vital que cambia el pulso de LaLiga y amplía a cinco puntos su ventaja en la cima. El partido, disputado en el Santiago Bernabéu, tuvo a Kylian Mbappé como figura central con una actuación brillante y decisiva.
Desde el minuto inicial, Mbappé mostró su mejor versión, presionando alto y creando peligro constante en el área rival. El equipo de Xabi Alonso dominó gran parte del primer tiempo con una línea de presión intensa que desarticuló al Barcelona, especialmente en la salida desde el medio campo.
El técnico madridista corrigió errores tácticos recientes, manteniendo a Güler en la construcción y posicionando a Jude Bellingham como extremo derecho en un 4-4-2 estratégico. Esta fórmula surtió efecto: a los 43 minutos, Bellingham asistió tras un gran desborde de Vinícius Jr. para el primer gol.
Mbappé tuvo dos goles anulados por fuera de juego y protagonizó un penalti fallado tras mano de Eric García. Sin embargo, su impacto fue fundamental para mantener la presión y el dominio del Madrid.
Por el lado azulgrana, el equipo de Hansi Flick sufrió por las bajas y la falta de cohesión en el medio campo, zona clave donde Madrid marcó la diferencia. Fermín adelantó al Barcelona aprovechando un error defensivo, pero su equipo no pudo sostener la remontada.
En el segundo tiempo, Barcelona insistió con la posesión y generación de juego, pero chocó contra un Madrid más conservador y efectivo en la defensa. Xabi Alonso protegió el resultado con cambios defensivos, retirando a Vinícius Jr. en medio de la polémica para apuntalar la retaguardia.
El final quedó marcado por un ambiente tenso con una tangana que empañó el espectáculo. A pesar del dominio del balón y las oportunidades del Barcelona, el marcador ya no se movió.
Con esta victoria, Real Madrid afianza el liderato en LaLiga con cinco puntos de ventaja sobre un Barcelona que deberá recomponerse para mantener su esperanza en el título.


































