El Senado de Estados Unidos rechazó este jueves una resolución que buscaba impedir una posible acción militar en Venezuela impulsada por la Administración de Donald Trump.
La votación fue estrecha: 49 senadores votaron a favor y 51 en contra, dejando la puerta abierta para que las operaciones del Comando Sur continúen en el Caribe y el Pacífico Oriental, donde desde agosto han derribado más de 20 embarcaciones relacionadas con narcotráfico.
La iniciativa, presentada por el senador demócrata Tim Kaine de Virginia, contó con un reducido apoyo republicano, pero no logró frenar las maniobras militares. Kaine afirmó estar “cansado de que el Congreso abdique todo el poder de forma solemne sobre un presidente”.
El bloque republicano, mayoritario en el Senado, se desligó de la propuesta en la votación pese a algunas críticas recientes sobre la falta de información oficial acerca de los ataques a las embarcaciones en aguas internacionales.
Esta norma era más simbólica que práctica: de haber pasado, aún debía superar obstáculos en la Cámara de Representantes y además requería la aprobación final del presidente Trump, que ha respaldado públicamente las operaciones.
En un foro en Miami, Trump reiteró que las lanchas abatidas están vinculadas al tráfico de fentanilo hacia Estados Unidos y que el gobierno de Nicolás Maduro está involucrado en redes de narcotráfico, una acusación que continúa agravando la crisis entre Washington y Caracas.
En los últimos dos meses, el Departamento de Guerra confirmó la muerte de más de 66 tripulantes de embarcaciones supuestamente ligadas a organizaciones criminales, reforzando la postura de la Casa Blanca para justificar sus acciones en la región.
Para Colombia, que enfrenta retos propios con las rutas del narcotráfico y la crisis venezolana, esta volatilidad en la región puede aumentar la tensión y la militarización en sus fronteras.


































