Ricardo Manuel Molina Enríquez, de 60 años, sobrevivió a una intoxicación masiva por alcohol adulterado en El Boliche, Barranquilla, tras consumir metanol en una botella de licor vendido en la calle. El hombre logró llegar por sus propios medios al Nuevo Hospital General de Barranquilla, donde médicos lograron salvarle la vida.
“Sentía que mi estómago iba a reventar, vomitaba a cántaros, sentía el dolor y la respiración entrecortada”, contó desde la camilla, aún adolorido en la zona abdominal. Ricardo relató que empezó a beber el 23 de septiembre en la tarde y consumió el licor hasta alrededor de las 2:00 de la madrugada del día siguiente.
Aunque había tomado ese tipo de alcohol en otras ocasiones sin problemas, esta vez el efecto fue distinto. “Nunca me había sentido así, esta vez el malestar fue muy fuerte, la visión se me apagó y el estómago se me hinchó mucho”, explicó.
Tras el malestar intenso, se recostó en un mesón del mercado y luego decidió ir al hospital pese al dolor. “Daba dos o tres pasos y sentía como si me fuera a reventar el estómago y se me fuera la mente”, dijo.
En el centro médico fue tratado rápidamente y pudo recuperarse. Ricardo prometió no volver a consumir ese licor ilegal y agradeció “al Señor que me está dando una nueva oportunidad”.
El caso forma parte de una serie de intoxicaciones masivas en el sector de El Boliche tras la ingesta de alcohol con metanol. La Policía Metropolitana y autoridades de salud trabajan para identificar y desarticular la venta de licor adulterado en esta zona tradicional de Barranquilla.
El episodio, que cobró varias muertes, mantiene en alerta a las autoridades locales, que ya confirmaron la presencia de metanol en análisis realizados a fallecidos y pacientes en UCI.
