Se suspendió el diálogo entre autoridades y manifestantes que protestaban frente a la sede de la Andi en Bogotá, en la calle 83 con carrera octava, tras un aumento en la violencia durante la marcha.
La Secretaría de Gobierno confirmó que la protesta inició como una jornada pacífica acompañada por el equipo de diálogo social, pero la situación cambió cuando manifestantes encendieron bengalas, usaron equipos de sonido y realizaron grafitis en edificios cercanos. Esto provocó enfrentamientos y desorden que obligaron a intervenir al escuadrón antidisturbios de la Policía.
Las autoridades indicaron que fue imposible controlar a los manifestantes, por lo que se decidió suspender las etapas de diálogo previstas para ese día.
Las protestas se originaron luego de la interceptación de embarcaciones con ayuda humanitaria rumbo a Gaza, en medio del conflicto bélico entre Palestina e Israel.
El presidente Gustavo Petro confirmó los hechos en sus redes sociales y señaló que la Andi está vinculada a misiones económicas con Israel y Colombia, lo que motivó la movilización frente a su sede. Petro ha criticado especialmente las exportaciones de carbón colombiano a Israel, argumentando que ese mineral se usa para “bombardear a la población”. Sin embargo, sectores del gremio energético niegan que esta afirmación sea cierta.
La protesta y el diálogo frustrado reflejan la tensión social y política que genera el conflicto internacional y sus repercusiones en Colombia.
