La palmicultura en Colombia enfrenta un reto urgente: más del 50% de los 8.200 palmicultores tienen más de 55 años, lo que pone en riesgo la continuidad del sector. Así lo confirmó Nicolás Pérez Marulanda, presidente de Fedepalma, este martes 23 de septiembre en la 21ª Conferencia Internacional sobre Palma de Aceite en Cartagena.
Para combatir el envejecimiento del sector, Pérez Marulanda apuesta por la tecnología como herramienta para atraer y retener a las nuevas generaciones. “Es fundamental que la experiencia de trabajar con palma sea lúdica para que los jóvenes no la vean como algo aburrido”, afirmó.
Además de motivar a hijos y familiares de palmicultores desde temprana edad, las empresas han invertido en conectividad. En zonas como los Llanos orientales, donde la internet es escasa, usan internet satelital para que empleados puedan mantenerse comunicados y entretenidos. Esto ayuda a mitigar la migración hacia las ciudades.
La digitalización también llega a los cultivos: robotización, mecanización e inteligencia artificial optimizan las labores diarias. Pérez Marulanda señaló que estas tecnologías son “cada vez más urgentes” para aumentar la productividad y aprovechar mejor el capital humano disponible.
Según cifras oficiales del Dane, entre 2005 y 2025 la base poblacional joven disminuyó en Colombia, con mayor esperanza de vida y menor natalidad. Este fenómeno impacta directamente a la palmicultura, donde las estadísticas muestran que entre 2016 y 2023 la fuerza laboral joven se redujo, mientras creció la de mayores de 46 años.
Este envejecimiento obliga al sector a redefinir la fuerza laboral y acelerar la adopción de innovación tecnológica. “La inversión en tecnología no solo soluciona problemas, también asegura la continuidad del sector”, concluyó el presidente de Fedepalma.
