El Ayuntamiento de Terrassa, en Barcelona, España, decidió suspender temporalmente la adopción y acogida de gatos negros desde el 1 de octubre hasta el 10 de noviembre, en plena temporada de Halloween.
La medida busca prevenir posibles actos de crueldad y supersticiones que ponen en riesgo a estos animales durante la festividad, donde suelen aumentar las solicitudes especialmente con intenciones que preocupan a las autoridades.
El Servicio de Bienestar Animal explicó que la restricción es preventiva y no discriminatoria, orientada a evitar que los gatos sean usados en rituales o sufrieran agresiones derivadas de mitos asociados a la mala suerte o la brujería.
“No podíamos permanecer indiferentes ante una problemática que cada año genera inquietud”, declaró Noel Duque, concejal de Bienestar Animal.
En Terrassa hay alrededor de 9.800 gatos, y el Ayuntamiento busca con esta acción fomentar el respeto y la adopción responsable para que ningún felino sea víctima durante las celebraciones.
Esta suspensión temporal muestra una preocupación local que podría replicarse en otras ciudades donde la superstición y la celebración de Halloween se traducen en maltrato animal.
