El expresidente de Estados Unidos Donald Trump lanzó un ataque directo contra el presidente colombiano Gustavo Petro, acusándolo de ser un “líder del narcotráfico”. Además, Trump amenazó con imponer nuevos aranceles a Colombia y suspender la ayuda económica que históricamente EE. UU. ha entregado.
Estas declaraciones llegan después de que Petro criticara las operaciones militares estadounidenses en el Caribe, que calificó de “asesinatos encubiertos” en la lucha contra el narcotráfico. La tensión entre ambos mandatarios escaló rápidamente.
La reacción en América Latina no se hizo esperar. Desde Bolivia, el exmandatario Evo Morales expresó por redes sociales su apoyo total a Petro.
“Enviamos toda nuestra solidaridad al hermano presidente Gustavo Petro ante los ataques y amenazas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump”
, dijo Morales, y agregó que “las amenazas contra Colombia son contra toda la Patria Grande”.
En Ecuador, el ex presidente Rafael Correa fue contundente y criticó con dureza a Trump en Twitter.
“Que el hombre más poderoso del planeta sea un payaso irresponsable, debería preocupar a toda la humanidad. ¡Fuerza, presidente Petro!”
También hizo un comentario sarcástico sobre la amenaza de cerrar “los campos de droga” en Colombia:
“Ojalá cierre asimismo las narices de sus compatriotas”
.
Organizaciones sociales colombianas también se pronunciaron. Celac Social Colombia, en un comunicado, rechazó las declaraciones de Trump y del secretario de Estado Marco Rubio, calificándolas de “ofensa directa a la soberanía de Colombia” y una violación al derecho internacional.
El comunicado recordó hechos históricos como la separación de Panamá en 1903, el Plan Cóndor y el bloqueo a Cuba, para enmarcar las declaraciones de Trump en una continuidad de intervenciones estadounidenses en la región.
Celac Social Colombia destacó además los logros recientes del gobierno en la lucha antidrogas, con más de 2.512 toneladas de marihuana y cocaína incautadas entre agosto de 2022 y octubre de este año, un récord histórico.
El llamado de la organización y de varios líderes es claro: la soberanía y el respeto mutuo deben ser la base para la relación entre Colombia, América Latina y Estados Unidos. La reacción continental deja ver una región que no está dispuesta a tolerar lo que considera ingerencias o ataques políticos.
Por ahora, las tensiones entre Bogotá y Washington siguen aumentando mientras aumentan las voces que ponen en cuestión la estrategia antidrogas y la influencia estadounidense en la región.
