Este 16 de octubre se cumple un año de la muerte de Liam Payne, el cantante de One Direction que cayó desde un tercer piso del Hotel CasaSur en Palermo, Buenos Aires.
Según la autopsia, Payne murió por un fuerte traumatismo de cráneo tras un impacto. Tenía 2,7 gramos de alcohol por litro en sangre, mezcla fatal con cocaína y sertralina, un antidepresivo que tomaba.
La investigación judicial determinó que Payne no estaba en pleno uso de sus facultades mentales. Dos mujeres, madres solteras, así como Rogelio Nores, empresario y contacto local del cantante, ya recibieron sobreseimiento tras caer la acusación de abandono de persona seguida de muerte.
Quedan dos personas con cargos formales: Braian Paiz, mesero de un restaurante en Puerto Madero, y Ezequiel Pereyra, ex empleado del CasaSur. Ambos están detenidos, acusados por “entrega de estupefacientes a título oneroso” al cantante.
Paiz permanece en una alcaidía de la Policía de la Ciudad en Chacarita y su defensa asegura que no hay pruebas claras de que haya vendido droga, y que si dio cocaína, fue sin ánimo de lucro.
“Braian no siente que tenga que pedir disculpas a la familia de Liam. Lo que ocurrió fue algo consentido entre adultos”, dijo su abogado Fernando Madeo Facente.
Pereyra está recluido en la cárcel de Marcos Paz. El juicio estará a cargo del Tribunal Oral N°30, presidido por el juez Sergio Paduczak, con la fiscal Graciela Gils Carbó como acusadora, pero aún no tiene fecha fija.
El proceso tuvo idas y vueltas: regresó a la justicia nacional tras ser devuelto del fuero porteño. Paiz ha sufrido condiciones difíciles en prisión y perdió la prisión domiciliaria tras no reportar un cambio en su domicilio.
La familia de Payne está representada en la causa por un estudio de abogados local, con la madre de su hijo, Cheryl Cole, como querellante. Su padre, Geoff Payne, testificó clave desde Buenos Aires apuntando contra Rogelio Nores.
El caso llamó la atención internacional y la fiscalía trabaja para esclarecer la responsabilidad sobre la muerte, centrada ahora en Paiz y Pereyra, quienes esperan juicio bajo custodia.
