La popularidad de AMLO, Claudia Sheinbaum y su partido, Morena, está en caída libre. Lo que fue un movimiento imparable hace apenas unos años, hoy se resquebraja ante un electorado desencantado. La narrativa mesiánica que conectaba con quienes exigían cambio perdió peso frente a la realidad tangible que golpea a millones de mexicanos.
El pueblo mexicano ya no cree en promesas incumplidas. La “austeridad republicana” quedó en discurso mientras crecen los contratos opacos y la burocracia crece. Se anunció que “primero los pobres”, pero indicadores de pobreza, violencia y desigualdad se mantienen estancados.
La inflación persistente y la falta de inversión privada presionan el bolsillo del trabajador común. Aunque el gobierno presume estabilidad, la realidad es que el salario no rinde para cubrir la canasta básica ni los servicios esenciales. El empleo digno brilla por su ausencia y la incertidumbre crece.
En materia de seguridad, Morena prometió “abrazos, no balazos”, pero la violencia se normalizó. El crimen organizado controla regiones enteras, los feminicidios suben y los cárteles ejercen influencia política real. La ciudadanía exige resultados concretos, no discursos pacifistas que ya no convencen.
El poder absoluto desgasta. Morena hoy se parece más al PRI del pasado: autoritarismo, lealtades internas por encima de talento y un partido que dejó de escuchar a su base. La imposición y centralización alejan a quienes alguna vez creyeron en un cambio real.
El despertar digital
Las redes sociales derribaron el monopolio informativo. Miles de mexicanos ya no aceptan la versión oficial sin cuestionarla. La vigilancia ciudadana es constante y aumenta el desencanto contra la narrativa oficial. Lo que antes era empatía se convirtió en distancia y crítica abierta.
Morena y sus líderes enfrentan un escenario complejo en 2024. El desgaste acumulado amenaza su hegemonía y la confianza que AMLO supo consolidar parece diluirse, según expertos y encuestas recientes.
El futuro político en México se tensa mientras el “pueblo bueno” empieza a mirar atrás y evalúa si lo que encontró fue cambio o simplemente más de lo mismo.
