Andalucía conmemoró hoy los 600 años del Pueblo Gitano con un acto en Córdoba que incluyó exposiciones, homenajes y compromisos públicos contra el antigitanismo.
La jornada arrancó con una exposición sobre el patrimonio cultural romaní que destacó las contribuciones del Pueblo Gitano a la identidad andaluza, desmontando estereotipos y promoviendo la igualdad. La muestra recorrió su historia, su influencia en la lengua y la cultura regional, y puso en valor un legado silenciado durante siglos.
La Federación de Asociaciones de Mujeres Gitanas FAKALI y UPRE ROMNJA en Córdoba abrieron el evento con mensajes sobre memoria histórica y resiliencia. Además, celebraron el 25 aniversario de UPRE ROMNJA, que impulsa la visibilidad y el empoderamiento de las mujeres gitanas.
Representantes institucionales reafirmaron su compromiso con la lucha contra el racismo y la discriminación. Entre ellos destacaron Eduardo Lucena Alba, delegado territorial de Cultura, Turismo y Deporte; Eva Contador Contador, delegada de Servicios Sociales; Adolfo Molina Rascón, delegado del Gobierno andaluz; y Beatriz Micaela Carrillo de los Reyes, directora general para la Igualdad de Trato del Ministerio de Igualdad.
Se rindió homenaje a figuras clave y organizaciones que han marcado la comunidad gitana en Córdoba. La placa conmemorativa se entregó a Pepe Carrillo, activista destacado; en memoria de El Mangui, símbolo del cante gitano andaluz; y a Antonio Gómez Alfaro, investigador y divulgador cultural. Instituciones como la Delegación Territorial de Inclusión Social y el Centro de Salud Huerta de la Reina también fueron reconocidos por su apoyo e impulso de proyectos comunitarios.
El acto estuvo acompañado por la proyección de un video que repasó la historia y resistencia del Pueblo Gitano en España. Además, se destacó el trabajo de representación colectiva con la intervención de Dolores Sánchez Moreno, delegada Territorial de Inclusión Social en Córdoba, y de Carmen Carrillo de los Reyes, presidenta de UPRE ROMNJA y FAKALI.
El cierre incluyó una actuación flamenca que celebró la cultura gitana andaluza, simbolizando la identidad, alegría y resistencia de un pueblo que ha dejado huella en más de seis siglos de historia.
Terminó con un reconocimiento especial al CEIP Antonio Gala por su compromiso con la educación inclusiva y la difusión de la cultura gitana a nuevas generaciones.
