El gobierno de Estados Unidos alertó hoy sobre un operativo de cárteles mexicanos para atacar a agentes de migración dentro del país.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) dio a conocer un esquema de recompensas que entregan los grupos criminales para identificar, secuestrar, agredir e incluso asesinar a funcionarios. La cuantía varía desde $2,000 dólares por información, hasta $50,000 dólares por matar a agentes de alto rango, lo que equivale a aproximadamente un millón de pesos mexicanos.
Según el tabulador divulgado por el DHS, secuestrar o agredir sin matar a un agente puede pagarse entre $5,000 y $10,000 dólares. Esta revelación coincide con la acusación que hizo el Departamento de Justicia a un miembro de la pandilla Latin Kings que ofreció una recompensa contra un comandante que opera en ciudades clave como Portland, Los Ángeles y Chicago.
“Estas redes criminales no sólo resisten el estado de derecho, libran una campaña organizada de terror contra los hombres y mujeres que protegen nuestras fronteras y comunidades”
dijo la secretaria del DHS, Kristi Noem.
Por si fuera poco, una jueza bloqueó el despliegue de tropas federales a Illinois por 14 días. La magistrada April Perry argumentó que no hay evidencia creíble de riesgo de rebelión y advirtió que la presencia militar generaría disturbios civiles.
La jueza señaló que la actuación de ICE en Illinois es “provocativa” y que mandar la Guardia Nacional podría agravar los conflictos sociales. El Departamento de Justicia apeló pero un tribunal federal rechazó la solicitud, aunque permitió al gobierno conservar el mando de las tropas locales.
Esta amenaza directa a los agentes de seguridad representa un nuevo desafío para la administración Trump, que ya lidia con la oposición judicial y el aumento de la violencia vinculada al narcotráfico en la frontera y ciudades importantes del país.
