Oaxaca de Juárez enfrenta una crisis urbana sin precedentes. Con más de 750 mil habitantes en su zona metropolitana, el crecimiento acelerado supera la infraestructura y servicios básicos disponibles. Calles congestionadas, drenaje insuficiente y falta de transporte público moderno son la nueva realidad.
La Secretaría de Movilidad reporta más de 220 mil vehículos registrados en la región, lo que genera congestionamientos diarios en vías como Símbolos Patrios, Calzada Madero y Avenida Ferrocarril. Las colonias periféricas como Santa Cruz Xoxocotlán, San Antonio de la Cal y San Sebastián Tutla padecen especialmente la falta de conectividad y acceso a servicios básicos.
Los sistemas de agua potable y saneamiento operan al límite. El desarrollo irregular de asentamientos genera fugas, desabasto y contaminación de ríos y arroyos dentro de la ciudad. Aunque hay planes para ampliar vialidades y renovar redes hidráulicas, la falta de recursos y una planeación integral retrasan su ejecución.
El Cabildo de Oaxaca de Juárez aprobó el estímulo fiscal “No te quedes atrás, regularízate” con un 20% de descuento en impuestos y eliminación de recargos para quienes se pongan al corriente en la traslación de dominio. También extenderá a 90 días la regularización de fosas en panteones municipales, buscando apoyar a las familias y mejorar la gestión de estos espacios.
Violencia y desplazamiento en Buenavista
En Santiago Yosondúa, la violencia persiste a pesar de recientes acuerdos de paz entre municipios vecinos. En Buenavista se reportan incendios en viviendas, balaceras y robos de animales domésticos, obligando a desplazamientos forzados de familias. Autoridades locales y agrarias mantienen negociaciones para el retorno seguro de los desplazados, pero la calma aún no llega.
La región requiere urgentes investigaciones para identificar y llevar ante la justicia a los instigadores de la violencia que boicotean los esfuerzos de paz.
En paralelo, el debate sobre la necesidad de una nueva Constitución para Oaxaca sigue en pie. Mientras algunos sectores piden una reforma completa para reflejar la diversidad social y cultural del estado, otros advierten que cambiar la Carta Magna podría generar conflictos y costos excesivos. Por ahora, el llamado es a fortalecer la aplicación de las leyes vigentes.
Oaxaca vive una encrucijada: crecer sin servicios adecuados y con violencia latente, o lograr un cambio real que integre orden urbano, seguridad y desarrollo social.
