Un nuevo estudio de la Universidad de Oxford derrumba la idea de que el consumo moderado de alcohol protege el cerebro. Según la investigación, cualquier cantidad de alcohol puede elevar el riesgo de desarrollar demencia.
Los científicos combinaron datos observacionales de más de 500 mil personas provenientes del Programa de un Millón de Veteranos en EE.UU. y del Biobanco del Reino Unido, junto con análisis genéticos de 2.4 millones de individuos.
Aunque estudios anteriores sugerían que beber poco o moderadamente podría estar vinculado a un menor riesgo de demencia, este análisis genético muestra lo contrario: un aumento en el consumo eleva las probabilidades de la enfermedad.
Anya Topiwala, autora principal, rompió con el mito común:
“El consumo ligero o moderado puede aumentar el riesgo de demencia y cuestiona la creencia de que niveles bajos de alcohol son beneficiosos para la salud cerebral.”
Los resultados revelan que un aumento genéticamente predicho de dos veces en el riesgo de adicción al alcohol se relaciona con un 16% más de riesgo de demencia. Además, tomar tres bebidas adicionales por semana incrementa la posibilidad de la enfermedad en un 15%.
El estudio, publicado en BMJ Evidence Based Medicine, concluye que no existe un nivel seguro de alcohol para el cerebro y resalta la urgencia de impulsar campañas que reduzcan su consumo a nivel poblacional.
