Un estudio realizado en Andalucía con 916 pacientes con cirrosis causada por hepatitis C reveló que dos tercios de los casos más graves mejoraron después de 12 meses de tratamiento con antivirales y alcanzar la curación viral.
La investigación, liderada por la Dra. Yolanda Sánchez y el Dr. Javier Ampuero, de la Unidad de Aparato Digestivo del Hospital Universitario Virgen del Rocío, detectó que los pacientes con cirrosis descompensada que lograron estabilizarse tras curar la hepatitis C —un grupo llamado “recompensados”— mostraron una tasa de supervivencia superior a quienes no mejoraron clínicamente.
Sin embargo, la Junta de Andalucía destacó que esa mejora en la función hepática no iguala la supervivencia de los pacientes que jamás tuvieron complicaciones graves (compensados), y la probabilidad de desarrollar cáncer de hígado en los recompensados sigue siendo tan alta como en quienes permanecen descompensados.
El riesgo persistente de cáncer obliga a mantener la vigilancia médica incluso después de la curación, señala el estudio publicado en el Journal of Hepatology.
El seguimiento de los pacientes se centró en evaluar la evolución hasta trasplante, muerte o última consulta registrada. El 23% de los enfermos tenían cirrosis descompensada al inicio. Participaron varios centros andaluces, entre ellos hospitales de Sevilla, Córdoba, Málaga, Granada, Huelva, Almería y Marbella.
Desde la llegada de los antivirales de acción directa en 2015, el Hospital Virgen del Rocío ha tratado a cerca de 2,000 pacientes con hepatitis C, reduciendo significativamente los tiempos de cura con mínimos efectos secundarios.
En enero, ese hospital recibió la certificación de excelencia de la Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH) por su estrategia para eliminar la hepatitis C, alineada con el compromiso de la OMS de erradicar esta enfermedad para 2030.
La infección crónica por hepatitis C es una de las principales causas de cirrosis y trasplantes hepáticos en todo el mundo. Este estudio aporta datos concretos para ajustar protocolos de seguimiento y prevención de complicaciones a futuro, incluso tras la cura viral.
