San Cristóbal de Las Casas, Chiapas.— Elementos de la Agencia de Investigación e Inteligencia Ministerial detuvieron a Héctor “N”, alias “El Chesman”, líder presunto de la banda “Los Motonetos” y uno de los acusados en el asesinato del padre Marcelo Pérez Pérez, ocurrido el 20 de octubre de 2023.
La captura se realizó en coordinación con la Fuerza de Reacción Inmediata Pakal (FRIP) en San Cristóbal, justo en el marco del primer aniversario del homicidio que conmocionó la región.
El fiscal general del estado, Jorge Luis Llaven Abarca, confirmó que “El Chesman” está directamente relacionado con la carpeta de investigación abierta por la Fiscalía General de la República (FGR) por homicidio calificado. Además, enfrentará cargos por pandillerismo y por atentados contra la paz, integridad física y patrimonial de la comunidad y el Estado.
Las autoridades informaron que el 7 de octubre de 2023, “El Chesman” y un grupo armado tomaron San Cristóbal con violencia, intimidando a transeúntes y comerciantes usando palos, piedras y armas para extorsionar y exigir dinero a cambio de permitir el paso de mercancías.
Hasta ahora, solo uno de los involucrados en el crimen del padre Marcelo, Edgar “N”, ha sido sentenciado a 20 años de prisión como autor material. El arresto de “El Chesman” podría abrir nuevas líneas de investigación contra la organización criminal y sus conexiones.
El Centro de Derechos de las Víctimas de Violencia Minerva Bello denunció que este asesinato forma parte de una estrategia de terror con impunidad estructural que protege a los autores intelectuales y redes de poder político y económico. La organización criticó la falta de avances reales en la investigación y exigió un proceso independiente que reconozca el caso como un crimen de lesa humanidad.
Comunidades indígenas de Chiapas enfrentan altos niveles de violencia, desplazamientos y ejecuciones extrajudiciales, según organizaciones civiles, muchos casos tolerados o encubiertos por autoridades locales y federales. Estos grupos también reclamaron revisar la política de seguridad militarizada que, dicen, agrava la crisis.
“Mientras no haya justicia para el padre Marcelo, ninguna persona defensora en México puede sentirse segura”, afirmó Minerva Bello en un comunicado.
El padre Marcelo era conocido por su labor en defensa de los pueblos indígenas y por impulsar la paz. Su asesinato sigue siendo un símbolo de la violencia y la impunidad que afectan a la región.
“El Chesman” ya está a disposición del órgano jurisdiccional que definirá su situación legal tras la orden de aprehensión federal por homicidio calificado.
