La Cámara de Diputados aprobó en lo general la Ley de Ingresos de la Federación para el Ejercicio Fiscal 2026 con 349 votos a favor, 128 en contra y sin abstenciones. El dictamen fue presentado por el presidente de la Comisión de Hacienda y Crédito Público, Carol Antonio Altamirano (Morena).
Altamirano explicó que la ley busca consolidar la recaudación sin elevar impuestos ni subir el IVA o ISR, apostando por un “mejor combate a la evasión fiscal y mayor eficiencia tributaria”. El total estimado es de 10.193 billones de pesos, casi 891 mil millones más que el presupuesto actual.
De este monto, se prevén 7.5 billones en ingresos no petroleros y 1.2 billones en ingresos petroleros, 62 mil millones más que lo proyectado para 2025. Además, se estiman 5.8 billones en ingresos tributarios, que representan casi el 60% del total. Destaca el Impuesto a las Importaciones con 254 mil millones, 102 mil millones más que el año pasado.
El coordinador de Morena, Ricardo Monreal Ávila, aseguró que la ley es “racional, austera y proporcional” y negó la creación de impuestos nuevos. Sin embargo, adelantó que habrá modificaciones para facilitar el trato justo con contribuyentes en problemas financieros, en materia de créditos incobrables y aseguradoras.
Ricardo Monreal Ávila: “No hay nuevos impuestos, pero sí un mayor control y combate a la evasión y defraudación fiscal”.
Monreal reconoció aumentos específicos en impuestos sobre bebidas azucaradas, juegos y sorteos, casinos, tabaco y videojuegos violentos dirigidos a menores, con fines de salud pública y para inhibir conductas violentas, no como medida recaudatoria.
En contraste, el coordinador del PRI, Rubén Moreira, criticó la situación económica del país y los problemas en las finanzas del gobierno federal, además del costo por las llamadas “obras faraónicas” heredadas de la administración anterior.
Rubén Moreira: “La economía no crece, no baja inflación, no hay inversión y ahora deben aceptar varias cosas difíciles”.
La sesión continuará con el análisis particular de reservas presentadas por los partidos. Esta Ley de Ingresos será clave para el presupuesto público y el gasto gubernamental en 2026, sin que se activen nuevos impuestos pero con estricta vigilancia fiscal.
