Quito.- Después de un mes de protestas, bloqueos y violencia, la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE) anunció el fin del paro nacional contra el aumento en el precio del diésel.
Marlon Vargas, presidente de la CONAIE, confirmó que aunque algunas bases seguirán en movilización, el paro convocado que paralizó vías en más de 50 puntos del país, especialmente en la provincia de Imbabura, concluye. Esta provincia sufrió bloqueo casi total durante las últimas semanas.
El paro dejó un saldo pesado: 3 comuneros muertos, más de 250 personas detenidas y alrededor de 150 heridos, según reportes de la CONAIE. La Alianza de Organizaciones por los Derechos Humanos documentó además 296 civiles heridos y 15 desaparecidos temporalmente. La fuerza pública también reportó soldados y policías heridos.
El presidente Daniel Noboa adelantó que las medidas económicas no cambiarán y se comprometió a reducir el precio del diésel en 2026. También anunció un plan de reactivación de 50 millones de dólares para Imbabura, aunque empresarios de la región calculan pérdidas mayores a 70 millones.
“Este paro pudo haberse evitado si hubiera existido diálogo y sensibilidad antes de imponer decisiones que afectan a los más pobres”
Vargas denunció “brutal represión” durante las manifestaciones y pidió la inmediata desmilitarización de las comunidades indígenas, liberación de detenidos y reparación para familias de fallecidos y heridos.
El Frente Unitario de Trabajadores, junto a estudiantes y otras bases de la CONAIE, mantendrán la protesta activa si no se deroguen las medidas impuestas por el Fondo Monetario Internacional y urgieron abrir una mesa de diálogo con el gobierno para atender la crisis económica y de inseguridad.
Durante el paro se registraron 610 acciones de protesta documentadas: 399 cierres de vías, 108 marchas, 68 plantones y asambleas, y varias otras acciones simbólicas y de presión en todo Ecuador.
Con este anuncio, Ecuador intenta dejar atrás un mes de crisis social profunda, aunque la tensión continúa latente mientras se prepara una campaña contra la consulta popular promovida por Noboa que incluye la posible Asamblea Constituyente y bases militares extranjeras.
