El gobierno de Donald Trump tiene identificados objetivos militares en Venezuela y evalúa ataques contra puertos y aeropuertos controlados por las Fuerzas Armadas del país, según fuentes consultadas por The Wall Street Journal.
La operación se justifica públicamente como parte de una supuesta “guerra contra el narcotráfico”, aunque no se han presentado pruebas claras de vinculaciones entre el gobierno de Nicolás Maduro y el tráfico de drogas, ni datos sobre incautaciones recientes o víctimas de estos operativos.
El plan de ataque busca, indicaron las fuentes, generar la caída de Maduro y desestabilizar su gobierno. Sin embargo, aún no se ha tomado una decisión definitiva sobre su ejecución.
Desde agosto, EE.UU. mantiene un despliegue militar frente a las costas venezolanas con buques de guerra, aviones de combate y tropas para combatir presuntas embarcaciones dedicadas al narcotráfico en el Caribe y el Pacífico. Estos operativos han dejado decenas de muertos y han sido señalados por la ONU como posibles ejecuciones extrajudiciales.
En octubre, Trump admitió que la CIA realiza operaciones encubiertas en Venezuela, lo que Maduro ha denunciado como una guerra multiforme para destruir su gobierno e imponer un régimen títere que controle los recursos naturales venezolanos.
“El 94 % del pueblo de Venezuela está en contra de la amenaza militar de EE.UU., está en contra de quienes llaman a invasión”, dijo Maduro en meses recientes.
Venezuela por su parte ha respondido con ejercicios militares en las zonas costeras para preparar a la FANB, la Milicia y fuerzas policiales en caso de un conflicto armado directo.
Rusia ha declarado estar dispuesta a responder ante cualquier agresión estadounidense a petición del gobierno venezolano.
Analistas como Geoff Ramsey del Atlantic Council advierten que un ataque podría romper con la estabilidad actual, pero también generar un efecto de unión nacional en Venezuela.
En el centro de la crisis está la denuncia constante de agresión por parte de Washington, que aunque no ha mostrado evidencias claras, mantiene una estrategia de presión militar y política contra Maduro.
 
						
									


































 
					 
								
				
				
			 
							 
							 
							 
							 
							 
				 
				 
				 
				 
				 
				 
				 
				 
				 
				 
				 
				 
				 
				 
				 
				 
				 
				 
				 
				 
				