El destructor estadounidense USS Stockdale, un buque de misiles guiados clase Arleigh Burke, arribó ayer al puerto de Balboa en Panamá como parte de una visita programada para fortalecer la colaboración en seguridad entre ambos países.
La Embajada de Estados Unidos en Panamá confirmó que esta misión conjunta se enfoca en combatir el crimen organizado y la influencia extranjera maligna en la región. El USS Stockdale es la tercera nave de guerra estadounidense que navega aguas panameñas en lo que va de septiembre.
El pasado 10 de septiembre ancló el destructor USS Sampson, y el 29 de agosto el USS Lake Erie atravesó el Canal de Panamá, todas acciones dentro de la misma estrategia de seguridad compartida con Panamá para enfrentar el narcotráfico.
Estos movimientos coinciden con la presión de Estados Unidos en el Caribe, donde ha desplegado fuerzas navales cerca de las costas de Venezuela para contener el tráfico de drogas, una amenaza que alerta a Caracas.
En paralelo, tropas especiales de Panamá y EE.UU. mantienen ejercicios militares en territorio panameño desde julio, que incluyen el despliegue de helicópteros UH-60 Black Hawk y CH-47 Chinook. Esto forma parte del plan acordado en un memorando firmado en abril que busca ampliar la presencia temporal y rotativa del ejército estadounidense en Panamá.
El puerto de Balboa, en la entrada pacífica del canal interoceánico, adquiere relevancia estratégica en esta operación conjunta para proteger una de las rutas comerciales más importantes del mundo.
La cooperación militar busca no solo contener el narcotráfico, sino mitigar la influencia de actores extranjeros considerados nocivos por Washington. Panamá refuerza así sus vínculos de seguridad con Estados Unidos, un socio clave para la estabilidad regional.
