La proporción del dólar en las reservas de bancos centrales extranjeros llegó al nivel más bajo desde 1995, según datos del Fondo Monetario Internacional (FMI) revelados esta semana por Bloomberg.
Entre abril y junio, la cuota del dólar en las reservas internacionales cayó a 56.3%, una caída de casi 1.5 puntos porcentuales respecto al primer trimestre, cuando ya se había reducido a 57.79%. Es la peor baja en más de tres décadas.
Sin embargo, expertos del FMI señalan que esta reducción no vino por la disminución en tenencias reales de dólares, sino por la depreciación de la moneda estadounidense. Las fluctuaciones en el tipo de cambio explican alrededor del 92% de esta caída en el segundo trimestre.
El dólar perdió valor frente a otras monedas clave: se depreció un 7.9% frente al euro y un 9.6% frente al franco suizo.
Este año varios factores han presionado al dólar: las tensiones comerciales por los aranceles impuestos por Donald Trump, su presión para recortar tasas de interés en la Reserva Federal, y reformas tributarias que aumentan el déficit fiscal, según Bloomberg.
El índice DXY, que compara el dólar con monedas de economías desarrolladas como euro, yen y libra esterlina, sufrió un desplome de más del 10% en el primer semestre, su mayor caída desde 1973.
Por su parte, el euro aumentó su participación en reservas globales hasta un 21%, la más alta desde 2021, a pesar de que la cantidad real de euros en reservas disminuyó. La libra esterlina también registró un repunte. Además, el yuan chino y el dólar australiano crecieron marginalmente su cuota, con un incremento de 0.03 puntos porcentuales en el trimestre, cada uno alrededor del 2% del total mundial.
En los mercados de divisas, donde se negocian cerca de 9.6 billones de dólares diarios, los bancos centrales suelen mover sus reservas con más cautela. Pero su volumen total de reservas —más de 12 billones de dólares al término del segundo trimestre— implica que sus decisiones de asignación influyen de manera significativa en los precios internacionales.
Los movimientos del dólar y otras monedas afectan desde costos de importación hasta el financiamiento de deuda para países, incluido México. Con un dólar debilitado y la presión sobre la moneda estadounidense en aumento, expertos monitorean posibles impactos en la economía global y local.
