El gobernador de São Paulo, Tarcísio de Freitas, aliado del expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro, tuvo que disculparse luego de bromear sobre la grave crisis sanitaria provocada por intoxicaciones masivas con metanol en el estado.
Durante una conferencia de prensa para rendir cuentas, De Freitas dijo que solo se preocuparía cuando comenzaran a falsificar una marca de refrescos: “No me preocuparé hasta que falsifiquen Coca-Cola”. Su comentario cayó mal en medio de una emergencia que ha dejado al menos 10 muertos y 217 casos reportados, la mayoría concentrados en São Paulo, según cifras del ministro de Salud brasileño, Alexandre Padilha.
Horas después, el gobernador publicó un video pidiendo disculpas:
“Me equivoqué, hice una broma para relajar el ambiente que fue muy malinterpretada y fuera de lugar dada la gravedad de la situación.”
La crisis ha obligado a las autoridades a importar antídotos de emergencia y lanzar un plan para evitar la venta de alcohol adulterado y la destrucción de bebidas sospechosas. Además se estableció un acuerdo con empresarios para combatir la falsificación.
Padilha advirtió que el metanol es particularmente peligroso porque el cuerpo lo confunde con el alcohol etílico común, y sus síntomas iniciales —náuseas, dolor abdominal y mareos— pueden parecer leves, retrasando el tratamiento. Si no se atiende, el envenenamiento puede llevar a ceguera, daño neurológico, coma y muerte.
El Ministerio de Salud ha recomendado evitar el consumo de bebidas destiladas y alcohol de dudosa procedencia hasta que se esclarezca la dimensión completa del problema. Este brote ha activado alertas sanitarias en todo Brasil.
Por su parte, De Freitas reiteró sus disculpas a las familias afectadas y comerciantes perjudicados:
“Perdón a quienes han perdido seres queridos. Gobernar es reconocer errores y trabajar para cuidar a la población.”
