En México, circula la idea de que el uso excesivo de juguetes sexuales afecta el deseo con la pareja, pero expertos desmienten esa creencia.
Paula N. preguntó si tocarse mucho y usar juguetes reduce las ganas de “el delicioso” con su novio. La respuesta es clara: no. La masturbación y el uso de juguetes son formas de conocerse y aumentar el placer, no reemplazan el sexo en pareja.
Según especialistas, la clave está en la comunicación y evitar la rutina o el cansancio. Cuando hay desconexión emocional o desgaste, algunas personas prefieren masturbarse como un refugio sin presión, pero no porque los juguetes “quiten el deseo”.
Además, el lubricante no es solo para la resequedad vaginal. Usarlo por gusto hace que las sensaciones sean más intensas, reduce la fricción y mejora la experiencia en el juego previo o durante el acto. Se recomienda elegir lubricantes a base de agua para evitar irritaciones y que sean compatibles con condones y juguetes.
Por otro lado, Rocío, de 49 años, comenta que su deseo cambió con la edad y el estrés. Expertos aclaran que el deseo no desaparece, solo se transforma: baja la respuesta hormonal, pero aumenta la experiencia y la claridad sobre lo que se quiere.
El llamado es a reconectar con el cuerpo, usar el ejercicio, descanso, autotoque y fantasía para mejorar la vida íntima, sin pensar que la edad o los juguetes son enemigos del deseo.
En resumen, la masturbación con juguetes puede potenciar la sexualidad y fortalecer la relación si se usa con diálogo abierto y sin tabúes. Invitar a la pareja a participar puede convertir los juguetes en aliados, no rivales.


































