Este viernes 3 de octubre de 2025, el gran duque Enrique de Luxemburgo abdica después de 25 años en el trono y cede el poder a su hijo mayor, el príncipe Guillermo, y a su nuera, la princesa Stéphanie de Lannoy. La transición marca un cambio generacional en el último gran ducado europeo.
Guillermo, de 43 años, es el mayor de cinco hijos de Enrique y María Teresa Mestre. Fue educado en Suiza, Francia y Reino Unido, donde estudió Ciencias Políticas, Literatura y Filosofía. Completó su formación militar en la prestigiosa Real Academia de Sandhurst, la misma de los príncipes británicos Guillermo y Harry.
Reconocido por su perfil disciplinado y moderado, el nuevo soberano habla cinco idiomas —luxemburgués, francés, alemán, inglés y español— y ha demostrado un carácter conciliador. Desde que en 2024 asumió el rol de lugarteniente-representante, se familiarizó con las responsabilidades de Estado, firmando decretos y representando a la casa ducal en actos oficiales.
La princesa Stéphanie, aristócrata belga casada con Guillermo desde 2012, se convierte en gran duquesa consorte. Es conocida por su interés en la música y las artes, y se prepara para fortalecer sus proyectos institucionales y culturales.
Guillermo y Stéphanie tienen dos hijos: Carlos, de 5 años, heredero directo del trono, y el pequeño François, nacido en 2023. La familia se posiciona ahora en el centro de la realeza europea.
El gran duque Enrique, que cumplirá 70 años en mayo, se retira para buscar más tranquilidad, aunque continuará activo en el Comité Olímpico Internacional y en actividades sociales. Su esposa, María Teresa, continuará con sus proyectos filantrópicos.
“Tengo un sueño: tener un poco más de paz y tranquilidad”, dijo Enrique en una entrevista reciente, adelantando que planea viajar en coche por Europa y recorrer el Himalaya en moto.
Este cambio se asemeja a movimientos similares en otras monarquías europeas en los últimos años, como en Bélgica, España, Países Bajos y Dinamarca. Luxemburgo, con poco más de 670 mil habitantes y una de las rentas per cápita más altas, sigue en manos de una familia con una de las mayores fortunas privadas de Europa, estimada en 4 mil millones de dólares.
Guillermo reconoció en una entrevista para RTL estar nervioso ante el desafío que inicia, aunque consciente de que esta etapa ya estaba en camino. La corona pasa oficialmente hoy al joven príncipe y su esposa, con expectativas puestas en un reinado cercano, culto y moderno.
