El zacahuil es más que un tamal, es la comida tradicional de la Huasteca que sigue vigente en Xalapa.
Hecho con masa martajada, chiles, especias y carne de puerco o pollo, el zacahuil destaca por su tamaño y sabor único. Originaria de Tempoal, Karina Hernández aprendió a prepararlo desde niña, ayudando en el restaurante de su mamá. Hoy, con base en Xalapa, se encarga de mantener esta tradición y difundirla entre los habitantes de la región.
“Deshidratamos el maíz antes de molerlo para que todo quede bien hecho. Aquí en Xalapa hay mucha gente de Poza Rica, Tuxpan y Pánuco que conoce y pide zacahuil,” explicó Hernández.
El secreto está en su masa especial y el “butido”, como llaman al proceso de moler. Esta técnica le da al zacahuil su textura y sabor característicos, que no solo conquistan a quienes lo conocen, también se ha convertido en un símbolo de identidad regional.
Karina recuerda que desde los 10 años su mamá fue “zacahuilera de toda la vida” y que ayudarle a preparar y servir los tamales reforzó su vínculo con esta receta. Ahora, cada vez que hay oportunidad, ella repite el proceso para que más personas de la Huasteca radicadas en Xalapa no pierdan la conexión con sus raíces.
El zacahuil no solo alimenta, también une comunidades tradicionales en el estado de Veracruz, manteniendo vivo un legado que trasciende generaciones.

































