El gobierno mexicano descartó que la economía atraviese una debilidad generalizada pese a la contracción trimestral del Producto Interno Bruto (PIB) de 0.3% en el tercer trimestre, revelaron cifras preliminares del Instituto Nacional de Estadística.
Edgar Amador, secretario de Hacienda, explicó que el retroceso se debe a un desempeño “focalizado” en el sector industrial, que cayó un 1.5% afectado principalmente por cambios en las políticas comerciales de Estados Unidos, principal destino de las manufacturas mexicanas.
En contraste, las actividades agropecuarias crecieron 3.2% y el sector servicios avanzó ligeramente 0.1%, lo que sostiene la estabilidad del resto de la economía.
“No hay una debilidad generalizada ni prolongada, está focalizada”, dijo Amador durante la presentación trimestral de finanzas públicas.
El funcionario se mostró confiado en que la actividad económica tendrá un repunte hacia adelante, aunque reconoció que los datos estuvieron por debajo de las expectativas oficiales.
El gobierno mantiene su pronóstico de crecimiento para 2024 entre 0.5% y 1.5%, con cifras cercanas a las proyecciones del Fondo Monetario Internacional (1%) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (0.6%).
El reporte oficial también ajustó al alza la inflación esperada para cierre de año a 4.2% desde el 3.8% previó, destacando presiones persistentes en precios.
Respecto a PEMEX, Hacienda confirmó que la deuda financiera se espera cierre en cerca de 84,000 millones de dólares al cierre del año, mejorando frente a los 100,300 millones reportados en septiembre.
Esto fue posible en parte por una capitalización de 254,000 millones de pesos a la petrolera y operaciones recientes como la recompra de bonos por unos 12,000 millones de dólares para reducir pasivos.
Los datos finales del PIB del tercer trimestre serán publicados el 21 de noviembre.
