Este viernes arranca el Gran Premio de México 2025 en el Autódromo Hermanos Rodríguez, uno de los circuitos más particulares del calendario de Fórmula 1 por su altitud de 2,200 metros, que reduce la presión del aire en un 20% y afecta el rendimiento y la estrategia de equipos y pilotos.
La pista mexicana fue escenario de la velocidad máxima más alta en la historia de la F1, lograda por Valtteri Bottas en 2016, cuando alcanzó 372.5 km/h antes de frenar para la primera curva, un récord que nadie ha podido superar.
El trazado se distingue por su recta de salida larga, con 830 metros entre la pole position y el punto de frenado, lo que en 2024 permitió 91 adelantamientos, consolidándolo como un circuito ideal para maniobras arriesgadas y estrategia agresiva.
El récord de vuelta rápida también es de Bottas, con un tiempo de 1:17.774 marcado en 2021 que aún sigue vigente a cuatro años de distancia. La imprevisibilidad aumenta por la alta probabilidad de Safety Car, que registra un 43% según las últimas siete carreras, y Virtual Safety Car que sube al 71%.
Ferrari ha dominado las poles recientes en México con Charles Leclerc en 2019 y 2023, y Carlos Sainz en 2024, confiando en sus monoplazas para liderar la parrilla del Autódromo.
Lewis Hamilton, ex campeón y figura histórica aquí, celebró su último triunfo en 2019 antes de la llegada del dominio de Max Verstappen y Sainz. El GP de México ha sido testigo de giros decisivos, como en 2017 cuando Hamilton y Sebastian Vettel se tocaron en la primera vuelta, resultado clave para que el británico lograra ese año su título número seis.
Para esta edición 2025, Pirelli cambia la estrategia con el regreso del compuesto C2 como neumático duro, más resistente que el usado en 2024. Se suma al circuito el C4 y C5, lo que podría modificar tácticas y rendimiento en competencia. En 2024, el neumático blando apenas tuvo protagonismo y solo se usó en clasificación y últimos giros para vueltas rápidas.
“Manejar en México es ir siempre al límite; el aire delgado obliga a máxima carga aerodinámica, pero igual el auto parece que pierde agarre”, explicó el expiloto Jolyon Palmer.
Con estas variables, la carrera promete ser tan impredecible como emocionante, con un balance entre velocidad, táctica y riesgos en cada vuelta del Autódromo Hermanos Rodríguez.


































