El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, afirmó hoy que no existen indicios de que los escoltas del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo Rodríguez, tengan vínculos con el crimen organizado.
En la conferencia presidencial, Harfuch destacó que los agentes municipales responsables de la seguridad inmediata del edil reaccionaron de inmediato durante el ataque que provocó la muerte de Manzo, incluso fue uno de sus propios escoltas quien abatió al agresor.
“No existe ningún indicio de que el grupo cercano de la Policía Municipal que cuidaba al alcalde tenga vínculos con la delincuencia organizada”, señaló Harfuch, quien agregó que ya cuentan con videos e imágenes del agresor para avanzar en la investigación.
El titular de la SSPC detalló que los escoltas formaban parte del primer círculo de seguridad y que las investigaciones continúan en coordinación con la Fiscalía General del Estado de Michoacán.
Ricardo Trevilla Trejo, titular de la Sedena, explicó que el esquema de protección se definió junto con el propio alcalde, quien prefirió escoltas municipales de confianza para su seguridad inmediata, mientras la Guardia Nacional ofrecía acompañamiento perimetral y apoyo en sus rutas y operativos.
Trevilla subrayó que tanto el Ejército como la Guardia Nacional están comprometidos en colaborar para esclarecer el crimen y aseguraron que no habrá impunidad.
Además, Claudia Sheinbaum instruyó reforzar los operativos y las investigaciones en Michoacán, sumando fuerzas del Ejército, Guardia Nacional y Marina para capturar a los responsables.
En semanas recientes se han realizado detenciones importantes en la entidad, pero también se han reportado ataques contra elementos de seguridad, con bajas militares y policías en el combate a la delincuencia.
La Secretaría de la Defensa Nacional explicó que la evaluación de riesgos y la definición del tipo de protección para autoridades incluye el análisis conjunto de la SSPC y otras dependencias federales, ajustando recursos según el nivel de amenaza detectado.
Uruapan y Michoacán se mantienen bajo máxima vigilancia tras el asesinato que ha conmocionado a la región y provocado protestas que dejaron siete detenidos, mientras las autoridades prometen resultados rápidos en las investigaciones.


































