La inflación en México desaceleró en octubre, según datos del Inegi, apoyando la decisión del Banco de México (Banxico) de recortar su tasa de interés de referencia a 7.25%.
El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) registró un aumento mensual de apenas 0.36%, lo que llevó la tasa anual de inflación a 3.57%, por debajo del 3.76% de septiembre.
Este dato confirma un ritmo más controlado en los aumentos de precios tras meses de presión inflacionaria, y respalda la política monetaria más relajada que Banxico ha adoptado desde inicios de 2024.
El banco central redujo la tasa de interés por duodécima vez consecutiva, tras un ciclo de ajuste iniciado a principios de año para estimular la economía ante una recuperación más lenta de lo esperado.
Banxico mantiene como meta que la inflación se ubique cerca del 3%, con un rango objetivo de entre 2 y 4%. La desaceleración reciente sugiere que el índice se mantiene dentro de ese rango.
“No debemos precipitar recortes agresivos hasta confirmar una clara tendencia a la baja”, advirtió el subgobernador Jonathan Heath, que ha votado en contra de las reducciones más recientes.
Heath ha mostrado cautela ante posibles consecuencias de un recorte prematuro, como un repunte inflacionario. Sin embargo, el resto de la Junta de Gobierno de Banxico avaló continuar flexibilizando la tasa.
Este movimiento también incide en el costo del crédito, que para el sector empresarial y consumidores sigue ajustándose a la baja, incentivando la inversión y el consumo.
La baja de inflación y recorte de la tasa representan un foco de atención clave para mercados y analistas financieros, que monitorean el comportamiento de la economía mexicana en un contexto global todavía volátil.
Banxico adelantó que seguirá evaluando nuevas reducciones, pero de manera gradual para evitar desequilibrios.


































