Isaac del Toro se confirmó esta semana como uno de los grandes referentes del ciclismo mexicano en el escenario europeo durante una rodada clave en Kigali, Ruanda. El ciclista michoacano entrenó junto a la estrella eslovena Tadej Pogacar, tetracampeón del Tour de Francia, en el recorrido de 267.5 kilómetros que será la prueba reina del próximo mundial de ruta.
El trayecto, con salida y meta en el Centro de Convenciones de Kigali, incluye un desnivel acumulado de 5,400 metros, un verdadero desafío para cualquier competidor. A la cita también acudieron los mexicanos César Macías, que correrá en la ruta sub-23, y los seleccionados Eder Frayre y David Ruvalcaba, quienes junto a Del Toro buscarán dejar marca en la competencia del domingo.
Del Toro no pasó desapercibido. Terminó la contrarreloj con un histórico quinto lugar y al final del circuitó se dio un momento simbólico al intercambiar felicitaciones con Pogacar, mostrando respeto mutuo entre la promesa y la leyenda.
El mexicano ya había llamado la atención tras quedar segundo en el Giro de Italia 2025 y ganar la maglia bianca, además de triunfos importantes en el Tour de Austria y la Vuelta a Burgos. Este impulso lo coloca en la élite del ciclismo mundial, algo raro en corredores mexicanos según el contexto internacional.
La rodada en Kigali también atrajo a cientos de aficionados locales, testigos del paso de ciclistas de alto nivel por las calles de la capital ruandesa, lo que suma a la visibilidad de Del Toro y el ciclismo mexicano en el ojo global.
La presión sube para los mexicanos este domingo, enfrentando un trazado que pone a prueba resistencia y técnica en un circuito exigente donde cada metro puede ser decisivo.
