Jim Breyer, el capitalista de riesgo que se hizo multimillonario con una inversión temprana en Facebook, vuelve a destacar con un nuevo golpe financiero. Tras acompañar el auge inicial de la red social, Breyer ahora brilla con su apuesta en Circle Internet Group, la empresa detrás de la criptomoneda estable USDC.
En junio, la salida a bolsa de Circle disparó su valor a $55,000 millones, aunque desde entonces sus acciones cayeron casi 50% al 29 de septiembre. A pesar de la caída, Circle mantiene una valuación de 33 mil millones y Breyer sigue como segundo mayor accionista individual, con una participación de 8% valorada en más de 1,700 millones.
Esta inversión se gestó durante más de una década. Breyer puso por primera vez dinero en Circle en 2013, cuando las monedas estables ni siquiera eran un concepto común. Su relación con el CEO, Jeremy Allaire, arranca desde Harvard y ha sido clave para consolidar esta jugada exitosa. Breyer pagó apenas 27 centavos por acción y ahora su fortuna combinada ronda los $3,800 millones, el doble de principios de año, reactivando su lugar en la lista Forbes 400.
Breyer, conocido por apostar también en empresas como Spotify, Marvel y equipos deportivos como los Boston Celtics, ha integrado a sus dos hijos, Daniel y Ted Breyer, como socios en Breyer Capital, su firma de inversión privada que concentra sus últimos proyectos. Daniel es autor y Ted, experto en criptomonedas, trabajan con Breyer en esta nueva etapa centrada en ciencia y tecnología.
Mirando hacia la IA y la atención médica
Además de criptomonedas, Breyer impulsa la combinación de inteligencia artificial y ciencias de la vida. Incorporó a Morgan Cheatham, joven inversor y estudiante de medicina, para explorar nuevas compañías de salud digital. Un caso destacado es OpenEvidence, una app gratuita que permite a médicos consultar investigaciones médicas actualizadas al estilo ChatGPT. Fue apoyada por Breyer desde su startup y ya es usada por el 40% de los doctores en EU con 8.5 millones de consultas al mes.
Breyer ha logrado construir relaciones estrechas con los fundadores. Como dice Daniel Nadler, CEO de OpenEvidence, Breyer se enfoca en el emprendedor:
“Le interesa mucho más el fundador y por qué o qué lo convierte en alguien excepcional”
En lo personal, el inversionista ha enfrentado un momento difícil este año: la trágica muerte de su esposa Angela Chao en un accidente automovilístico en su rancho en Texas. Breyer está criando a su hijo de cinco años con ayuda familiar y dos niñeras, y se mantiene activo viendo partidos y en actividades culturales.
Su recorrido empezó en Stanford y Harvard, y tras casi 30 años en Accel Partners, donde lideró la inversión de Facebook, se independizó en 2014 con Breyer Capital. Ahora, con un pie firme en Austin y otro en Silicon Valley, sigue marcando tendencia al invertir en tecnología innovadora con un enfoque personal y familiar.
Breyer demuestra que tras décadas en el capital riesgo la clave sigue siendo apostar fuerte, conocer a los fundadores y adaptarse a las nuevas olas tecnológicas, desde criptomonedas hasta inteligencia artificial en salud.
