Kelly Reichardt presentó su nueva película “Mente maestra”, una cinta llena de ironía y humor negro que reinterpreta el género de atracos. La historia se ubica en 1970, en un pequeño pueblo de Nueva Inglaterra, donde un carpintero llamado James Blaine Mooney, interpretado por Josh O’Connor, organiza un robo a la galería local que exhibe obras del pintor abstracto Arthur Dove.
Inspirada por el famoso robo de pinturas de Gauguin en el Worcester Art Museum ocurrido en 1972, Reichardt eligió ambientar la trama justo a finales de los años sesenta para reflejar una época en la que las utopías de esa década ya habían fallado.
Reichardt explicó en el BFI London Film Festival que el personaje principal es un hombre blanco con privilegios, que sin embargo se siente atrapado y busca una libertad personal que termina afectando a otros. “Es un hombre que podría estar en el centro de la sociedad, pero no está contento ahí. No sabe bien qué quiere, pero se rebela contra su propio privilegio.”
“Mente maestra” se aleja de la estructura clásica del cine de atracos y presenta el robo desde el inicio, lo que obligó a la directora a improvisar el desarrollo del resto de la historia. Reichardt reconoció que el proceso fue largo y complicado, pero que la experiencia fue enriquecedora.
La película tuvo su estreno en México durante el Festival Internacional de Cine de Morelia y después llegó a salas y a la plataforma de streaming Mubi, que financió el proyecto y le dio total libertad creativa.
En entrevista, Reichardt también reveló que la banda sonora corre a cargo de Rob Mazurek, músico avant-garde cuyo trabajo aportó una capa extra de originalidad a la película. La directora destacó la colaboración como un aprendizaje nuevo en su carrera.
Reichardt, conocida por títulos independientes como First Cow y Showing Up, dijo que seguir haciendo cine independiente hoy sigue siendo un reto, aunque ahora cuenta con más oportunidades que en los noventa. Además, mantiene su trabajo como profesora en Bard College para equilibrar su carrera.
“El cine narrativo sigue siendo caro. Siempre siento que cada película podría ser la última, así que me siento muy afortunada de hacer esto”, dijo Reichardt.
Con un tono ácido y personajes cargados de contradicciones, “Mente maestra” apuesta por una mirada distinta al género de atracos, enfocándose en las motivaciones y la incertidumbre de un hombre común ante un momento de cambio social e interno.
