Kenia investiga el presunto tráfico de ciudadanos enviados ilegalmente a Rusia para ser reclutados y retenidos como prisioneros de guerra por Ucrania.
Las autoridades kenianas confirmaron que están siguiendo con máxima diligencia la situación de tres o cuatro de sus nacionales, que habrían sido engañados para viajar a Moscú y ahora se encuentran capturados en el conflicto de Ucrania. Esta información fue revelada por Korir Sing’Oei, secretario principal de Asuntos Exteriores de Kenia, en un mensaje en la red social X la noche del sábado.
El caso más destacado corresponde a Evans Kibet, un joven atleta de 36 años proveniente del oeste de Kenia, quien relató en un vídeo difundido por el Ejército ucraniano cómo fue manipulado para ingresar al ejército ruso después de llegar a Rusia bajo el pretexto de competir en carreras.
“Por la noche me presentaron documentos en ruso y me dijeron que era el trabajo que debía hacer, pero no sabía que era militar”, explicó Kibet.
Kibet aseguró que fue trasladado a un campo militar, donde recibió entrenamiento básico con rifle automático y fue amenazado de muerte si intentaba escapar. Finalmente, logró fugarse antes de su primera misión y se rindió a soldados ucranianos.
El portavoz ucraniano Petro Yatsenko confirmó a la BBC que decenas de ciudadanos originarios de países pobres como Somalia, Sierra Leona, Togo, Cuba y Sri Lanka están detenidos en campos de prisioneros de guerra en Ucrania. Muchos de estos individuos habrían sido víctimas de engaños, perseguidos con falsas promesas de empleo o estudios en Rusia.
El fenómeno no es exclusivo de Kenia. En mayo, el Gobierno de Togo alertó sobre la captura de varios togoleses capturados tras participar en operaciones del ejército ruso. Según el Ministerio togolés de Relaciones Exteriores, muchos jóvenes partieron bajo supuestas becas ofrecidas por organizaciones con base en Rusia.
Además, un informe reciente de la Iniciativa Global Contra el Crimen Transnacional Organizado reveló que mujeres africanas fueron contratadas engañosamente para trabajar en el ensamblaje de drones en condiciones precarias en el oeste de Rusia, evidenciando una red de explotación y tráfico relacionada con el conflicto.
Desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania en febrero de 2022, se ha documentado la presencia de cientos de africanos luchando en el bando ruso, algunos como mercenarios voluntarios y otros bajo coerción o fraude.
Kenia mantiene constante contacto con su misión en Moscú y equipos en sede para proteger y apoyar a sus ciudadanos afectados. El gobierno prometió más información conforme avance la investigación.
Este caso es un llamado urgente a los países afectados sobre las redes de engaño y tráfico que usan el conflicto de Ucrania como escenario para reclutar y explotar a extranjeros vulnerables. La situación se complica ante la falta de reclamos oficiales y el peligro que enfrentan estas personas atrapadas en el conflicto bélico.
Las autoridades mexicanas y la sociedad en general deben vigilar cómo organizaciones criminales internacionales aprovechan conflictos armados para aprovecharse de migrantes y jóvenes en busca de oportunidades, una alerta que trasciende continentes y conflictos.
Seguiremos informando a medida que las autoridades de Kenia ofrezcan actualizaciones y medidas en defensa de sus ciudadanos y conforme se esclarezca el alcance de esta red de tráfico conectada con la guerra en Ucrania.
