La Unión Europea acelera un plan ambicioso para frenar incursiones de drones y aviones rusos en su espacio aéreo tras la crisis en Dinamarca, donde un cierre del espacio aéreo paralizó aeropuertos y encendió las alertas en Bruselas.
En una cumbre informal celebrada en Copenhague, los líderes europeos discutieron la creación del llamado “muro antidrones”, un sistema tecnológico que desplegará enjambres de miles de drones para detectar y neutralizar amenazas aéreas sobre las fronteras orientales de la UE. Este eje incluye a países clave de la OTAN como Polonia, Lituania, Letonia, Estonia y Finlandia.
La primera ministra danesa, Mette Frederiksen, calificó los ataques como “la mayor amenaza desde la Segunda Guerra Mundial” y acusó directamente a Rusia de realizar una “guerra híbrida”. Por su parte, el presidente francés, Emmanuel Macron, advirtió que “nada está excluido” en la respuesta europea ante la violación del espacio aéreo.
El comisario europeo de Defensa, Andrius Kubilius, fijó la meta para poner en marcha el sistema dentro de 12 meses, un desafío por la extensión territorial que abarcaría no solo las fronteras sino también el interior europeo, donde ya se han registrado incidentes como un dron sobrevolando el palacio presidencial en Varsovia.
Expertos advierten que la evolución constante de drones más pequeños y rápidos, junto con la inteligencia artificial que permitirá enjambres autónomos, complica la detección y defensa. Bruno Oliveira Martins, especialista en seguridad tecnológica, alertó sobre la capacidad de estos enjambres para saturar cualquier sistema de defensa.
Mientras tanto, Francia inició una investigación contra un buque petrolero frente a sus costas, sospechoso de vínculos con la operación de drones en Dinamarca. Se trata de un barco de la flota fantasma rusa que evade sanciones occidentales.
El Kremlin calificó la iniciativa europea como “triste” y criticó que la política militarista se extienda a otros países aliados, señalando que “construir muros siempre es malo, como demuestra la historia”.
Sin embargo, la amenaza rusa ha acelerado la coordinación militar en Europa. Alemania, por ejemplo, ya autorizó a sus fuerzas armadas a derribar drones en caso de intrusiones. Bruselas busca que el muro antidrones sea un símbolo de unidad estratégica frente a la guerra híbrida que apuntala Rusia en el continente.
