Más de 1,500 contenedores caen al mar cada año en rutas marítimas internacionales, una cifra que no para de crecer debido a tormentas más fuertes y al cambio climático, según expertos del sector.
Esto ha generado un nuevo negocio: empresas especializadas en rescatar estos contenedores hundidos y quedarse con su carga. José Rocha Martínez, de Altamira Multimodal, confirma que la frecuencia de tormentas ha aumentado y con ello la pérdida de bienes en alta mar.
“Definitivamente sí, se reportan más tormentas durante los viajes”, explica Rocha. Añade que el costo por recuperar un contenedor puede ser hasta un 300% más alto que la pérdida original, un impacto directo en las primas de seguro.
El fenómeno abrió un nicho para el salvamento marítimo. Claudio Guerrero detalla que estas compañías operan en condiciones extremas para recuperar contenedores hundidos, quedándose con la mercancía salvo que la aseguradora decida hacer un reclamo. Este mercado explotó en valor: pasó de $441.2 millones en 2022 a un estimado de $891.9 millones en 2023, informa la consultora Global Information.
El avance tecnológico también impulsa el sector. Por ejemplo, Altamira Multimodal está desarrollando sistemas GPS con energía solar para rastrear contenedores caídos y reducir tiempos y costos de búsqueda.
Pero la dimensión ambiental no puede ignorarse. Solo un 33% de los contenedores perdidos son recuperados, según datos del Consejo Mundial de Transporte Marítimo. El resto queda en el fondo del océano, poniendo en riesgo la vida marina y los ecosistemas.
“Cada contenedor perdido en el mar representa un peligro potencial, y nuestro compromiso de prevenir estos incidentes debe ser inquebrantable”, dijo John Butler, director ejecutivo del WSC.
Con tormentas cada vez más severas y rutas marítimas más peligrosas, compañías, aseguradoras y organismos internacionales enfrentan el reto de reducir pérdidas, mejorar rescates y minimizar los daños ambientales.
