Xalapa.- México y Estados Unidos acordaron esta semana acciones para reanudar la exportación de ganado, tras avances en la lucha contra el gusano barrenador del ganado (GBG), una plaga que ha afectado el comercio bilateral.
El secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Julio Berdegué Sacristán, se reunió con la secretaria del USDA, Brooke Rollins, en las instalaciones del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) en Xalapa, Veracruz.
Ambos funcionarios verificaron los resultados de la campaña conjunta contra el GBG y destacaron la cooperación entre las agencias sanitarias mexicanas y estadounidenses, especialmente el Servicio de Inspección de Sanidad Animal y Vegetal (APHIS) y el Senasica.
Visitaron el Centro de Operaciones de Emergencias Sanitarias (COES), donde revisaron el atlas de seguimiento a la emergencia; una plataforma que integra y sistematiza la estrategia para monitorear en tiempo real más de 400 trampas instaladas en el norte del país, especialmente en zonas con vegetación, humedales y presencia de animales.
Con estas acciones tecnológicas y sanitarias, México y EU fortalecen sus controles para garantizar la ausencia del gusano en las zonas declaradas libres. Esta coordinación es clave para decidir la reapertura del mercado ganadero mexicano hacia Estados Unidos.
Las autoridades acordaron dar prioridad a esta coordinación en el corto plazo y avalaron nuevas herramientas informáticas para mejorar el seguimiento y la transparencia de la campaña sanitaria.
El comercio de ganado, vital para zonas rurales mexicanas, ha estado detenido por la alerta sanitaria. Este acuerdo marca un paso firme hacia la normalización del sector y la recuperación económica del ganado exportable.
Seguirán supervisando el avance sanitario para determinar la fecha exacta en que se podrá reanudar la exportación, con énfasis en mantener el estatus de zonas libres de la plaga.
La reunión en Xalapa fue también una señal de la estrecha colaboración que mantienen ambos países en temas sanitarios y agropecuarios, a pesar de las tensiones comerciales globales.
Este avance favorece a productores ganaderos mexicanos y fortalece la confianza de los compradores estadounidenses en la calidad y sanidad del ganado nacional.


































