La Organización Mundial de la Salud (OMS) confirmó la masacre de más de 460 pacientes y acompañantes en el hospital de maternidad Saudita de la ciudad sudanesa de El Fasher, tras un ataque de las milicias paramilitares conocidas como Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR).
La ciudad fue tomada por completo por estas fuerzas el pasado domingo, marcando un punto clave en la guerra civil que ha sacudido la región desde abril de 2023. La OMS calificó la cifra y eventos como “profundamente conmocionantes” y denunció además el secuestro de personal sanitario en medio del conflicto.
Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la OMS, expresó su consternación a través de X, mientras que el líder paramilitar general Mohamed Daglo justificó la ofensiva para imponer la unidad del país “por paz o guerra”.
“Sentimos mucho la catástrofe que les ocurrió a los habitantes de El Fasher (…) pero la guerra nos fue impuesta”
Las FAR rodearon y acosaron la ciudad durante 18 meses antes de tomarla. Desde entonces, según el gobierno desde Port Sudan, más de 2,000 civiles han muerto en la ofensiva, con ataques también contra mezquitas y la Cruz Roja.
El centro de análisis Humanitarian Research Lab de la Universidad de Yale confirma que las masacres se prolongaron al menos 48 horas tras la toma, con ejecuciones cercanas a hospitales y actos sistemáticos de violencia en las periferias.
La ONU reporta que más de 33,000 personas huyeron hacia áreas vecinas como Tawila, que ya aloja a cerca de 650,000 desplazados. En El Fasher, cuya población era de más de un millón antes del conflicto, quedan apenas 177,000 civiles atrapados.
Los accesos a la ciudad permanecen bloqueados pese a los llamados internacionales para abrir corredores humanitarios y facilitar ayuda y evacuación.
El conflicto enfrenta al general Mohamed Daglo y las FAR contra el jefe del ejército regular, general Abdel Fatah al Burhan, quien lidera Sudán desde el golpe de Estado de 2021.
La Unión Europea calificó la actuación paramilitar de “brutal” y condenó el uso de violencia indiscriminada contra civiles e infraestructura médica.
La situación humanitaria en El Fasher y Darfur es crítica y la comunidad internacional sigue pendiente mientras la guerra civil se intensifica.


































