El oro continúa su racha alcista y esta semana alcanzó un nuevo máximo histórico de 4,243 dólares por onza, impulsado por la búsqueda de refugio ante la escalada de tensiones comerciales entre Washington y Pekín y la paralización parcial del Gobierno de Estados Unidos.
A las 10:12 GMT, el oro al contado subía un 0.7% a 4,235.41 dólares, mientras los futuros para diciembre escalaban un 1.2% hasta los 4,252.30 dólares. Este repunte marca la quinta sesión consecutiva en alza, y el metal acumula un aumento de 61% en lo que va del año.
La volatilidad global se mantiene con foco en el conflicto comercial. Estados Unidos reaccionó fuerte al anuncio chino de ampliar controles a la exportación de tierras raras, un punto crítico para las cadenas de suministro mundiales. Estos movimientos elevan la incertidumbre y refuerzan el papel del oro como activo seguro.
“La reanudación de las fricciones comerciales está aumentando la incertidumbre, por eso los inversores apuestan más al oro”, dijo Nitesh Shah, estratega de WisdomTree.
La expectativa sobre recortes en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal también sostiene la demanda. La combinación de factores políticos y económicos, junto con sólidas compras de bancos centrales y la caída del dólar, genera un soporte fuerte para que el oro se mantenga por encima de los 4,200 dólares.
En otros metales, la plata cerró a 52.88 dólares la onza tras retroceder 0.4%, después de tocar récord de 53.6 dólares el martes. El platino ganó 0.9% a 1,669.6 dólares y el paladio subió 0.3% a 1,540.25 dólares por onza.
El foco ahora está en si los conflictos geopolíticos y la política monetaria estadounidense seguirán alimentando esta tendencia alcista en el mercado de metales.
