Pablo dejó de pagar la pensión alimenticia para su hijo Rodrigo, lo que provocó la denuncia de su exesposa, Jazmín. Tras varias evasivas y burlas hacia las solicitudes de pago, Jazmín acudió al Ministerio Público, donde se abrió una carpeta de investigación y Pablo fue citado ante un juez de control.
El juez le advirtió que estaba a un paso de ir a la cárcel si no regularizaba su adeudo. Frente a la presión legal, Pablo y Jazmín asistieron al Centro de Justicia Alternativa (CJA) en la Colonia Doctores, alcaldía Cuauhtémoc, para mediar el conflicto.
En el CJA un facilitador penal explicó que el objetivo era garantizar la reparación del daño a la víctima, en este caso Rodrigo. Se les dio espacio para expresar sus versiones: Jazmín habló sobre las dificultades para cubrir las necesidades del menor; Pablo reconoció la deuda y ofreció un plan de pagos.
El convenio firmado estableció que Pablo debía cubrir un adeudo total de 35 mil pesos, pagando la mitad en tres días y el resto en un mes para evitar el proceso penal. Así, pudo restituir la obligación alimentaria y evitar la cárcel.
Este caso refleja cómo la mediación judicial en la CDMX puede resolver conflictos familiares evitando procesos penales, priorizando el bienestar de los hijos.
