Una curiosa afección llamada PATM, o “personas alérgicas a mí”, está llamando la atención tras años de misterio y debate médico.
Personas que la padecen notan que quienes se acercan a ellas empiezan a toser, estornudar o tener ojos llorosos, como si estuvieran expuestos a un alérgeno fuerte. Sin embargo, lejos de ser una alergia común, la explicación está en una irritación causada por gases que emanan de su piel y respiración.
El PATM, considerado una anécdota hasta 2017, comenzó a ser estudiado científicamente al detectar que estas reacciones podrían deberse a sustancias químicas llamadas compuestos orgánicos volátiles (COV). Estos gases, producto del metabolismo personal, varían según la alimentación, el estado de salud y hábitos de cada individuo.
La investigación más reciente, publicada en 2023, reveló que entre los 75 gases encontrados en la piel de pacientes con PATM, uno destacó por su alta concentración: el tolueno. Este químico, común en pinturas, detergentes y combustibles, se metaboliza en el hígado y normalmente se elimina por la orina.
El problema: algunos pacientes con PATM no metabolizan el tolueno de manera eficiente. Esto hace que parte del tolueno pase a la sangre y luego se libere a través de la piel, irritando las vías respiratorias y mucosas de quienes los rodean. No se trata de una alergia verdadera, y los antihistamínicos no funcionan.
Actualmente no existe tratamiento farmacológico para el PATM, aunque modificar la dieta ayuda a disminuir las emisiones irritantes. Reducir carne, azúcar y carbohidratos y aumentar antioxidantes puede disminuir las molestias que sufren las personas cercanas.
Este hallazgo cambia la perspectiva sobre PATM: no son alérgenos humanos, sino emisores de gases irritantes que causan síntomas en otros. La ciencia sigue investigando para encontrar soluciones.
 
						
									


































 
					 
								
				
				
			 
							 
							 
							 
							